Blaze
por Stephen King, o Richard Bachman
Stephen King, a parte de un gran escritor de terror, es también un gran contador de historias, y lo ha demostrado en una infinidad de ocasiones. A veces le gusta alejarse del terror, y nos presenta historias más dramáticas, como las novelas cortas que conforman el libro “Las Cuatro Estaciones”, “Corazones en la Atlántida” o un relato más reciente publicado en la revista Esquire, llamado “Moralidad”, en el que apenas se ven monstruos y sangre. Los monstruos son los humanos, y la sangre es el remordimiento, en ese relato. Otra prueba fiable de que existe un King diferente es en las novelas que escribió bajo el pseudónimo de Richard Bachman. Historias que tienen algo más de crítica social, pero que no se alejan del todo de ese estilo tan personal de Stephen. El último trabajo conocido de Richard Bachman es la novela de la que os hablaré en esta ocasión, Blaze.
Portada de la edición de bolsillo del libro Blaze. La ilustración de la portada es la misma, tanto en español, como en su versión original en inglés.
Como datos generales y técnicos, diré que es el séptimo libro de Richard Bachman, y el número 35 de Stephen King, no consta de una gran extensión: 336 páginas en un formato de bolsillo. Y su precio es 8,95 euros. La novela nos acerca a Clayton Blaisdell Jr, un hombre peculiar y bobalicón (cosa que en realidad es una secuela de su dura infancia) que decide secuestrar a un bebé de una familia adinerada, y pide un rescate de un millón de dólares. Básicamente es eso.
Debido a la poca extensión del libro, y lo simple de la trama, lo único que Blaze nos da en grandes cantidades es entretenimiento. Antes de su publicación, el libro despertaba expectativas muy buenas entre los fans, pero una vez publicada, la novela demostró que no aportaba nada importante a la bibliografía de Stephen King, o de Richard Bachman, e incluso se llega a pensar que se trata de un negocio meramente editorial.
La historia tiene el estilo de King de cabo a rabo, casi no se nota al Bachman que conocíamos antes, y resulta que es porque King actualizó la novela, que había sido escrita más de veinticinco años antes. El libro se organiza en capítulos cortos, intercalados con frecuentes flashbacks que nos cuentan la infancia de Blaze, y justifican esa inteligencia tan limitada que tiene el pobre. La infancia de Blaze se ve trastocada por los malos tratos de sus progenitores, el vandalismo adolescente, los orfanatos…Técnicas dramáticas muy frecuentes en la literatura, con las que King consigue ablandar un poco al lector y hacerlo sentir un verdadero afecto por el grandullón de Blaze. Realmente creo que Clayton Braisdell Jr, también Blaze, es uno de los personajes que más simpatía ha despertado de todos sus libros. El ritmo de la novela no es lento, pero tampoco las páginas cobran vida propia. Las páginas pasan a una velocidad normal, salvo en los últimos capítulos, que consigue acelerar el pulso, hasta volver a bajar en el último capítulo, donde todo otra vez vuelve a calmarse.
La trama, aunque concisa y muy clara, a veces te deja un poco descolocado, por ejemplo, con el personaje mas “King” de la trama: George. George, en la actualidad de la trama, es un fantasma que suele ver Blaze, que aparece y desaparece, y se suele burlar de él. En los flashbacks, George es un ladrón bandido de poca monta que aspira con perpetrar el robo del siglo que muere. Ese fantasma es la única peculiaridad de la novela, lo cual significa que en realidad es una novela dramática, con toques sobrenaturales.
La acción (en la trama hay un secuestro…acción tiene que haber, ¿no?) está repartida de manera desigual en la novela. Un poco antes de llegar a la mitad del libro se efectúa el gran golpe de Blaze: robar al bebé de una adinerada familia. Todos los detalles que salen bien parecen cosa del azar, porque la inutilidad de Blaze para el robo es más que notable, y se siente desprotegido cuando George no está. Ese tipo de acción es lenta y sigilosa, siempre rezando para que ningún familiar que anda por allí le de por ir a ver al pequeño.
El otro lugar en el que hay acción es en el final. Un final marcado por la persecución contra reloj del típico jefe de policía que matará a quien sea por recuperar al niño. Ahí la velocidad se dispara, King se deja de detalles y pasa directamente a describir la acción, lo cual hace creer al lector que King ha resuelto el final con mucha prisa. Quizás sea así, y se olvide de los detalles, e incluso de uno de los personajes (lo que pasó con George, se queda en el aire), pero no nos priva ni un solo segundo de las verdaderas intenciones de Blaze para con el niño.
La relación de Blaze y el niño, que abarcan una buena parte de la novela, llega a resultar por momentos incluso graciosa. Queda en evidencia la inexperiencia del grandullón, y su creciente afecto hacia su rehén, por el que se desvive e intenta por todos los medios que no llore. Blaze y Joe (así se llama el bebé) pasan buenos y malos momentos juntos, que seguro que Blaze jamás olvidaría, pero al lector no le quedará claro si Joe lo olvidará o no, dado que el último capítulo consta de una ambigüedad, una tristeza e inocencia que pocas veces King ha mostrado en sus libros. Por supuesto, se derramarán lágrimas, pero sobretodo (y esto es lo más importante para King) no serán lágrimas de risa.
No se sabe realmente cuánto de King, y cuánto de Bachman tiene este libro (King dice al principio del libro que lo arregló y modernizó, pero no nos dice precisamente cuánto), pero lo que sí se sabe es que no es una mala historia (no es brillante, como otras novelas, pero no es mala), que sus intenciones no van más allá del entretenimiento, que es un libro que, aunque no deja huella, sí que nos deja uno de los grandes personajes de la biografía de Bachman y King.
Cuando terminamos de leer las vivencias de Blaze, Joe, y George, todavía no cerramos el libro porque viene de regalo (o como recompensa, según vea el lector y así sea su impresión sobre Blaze) un relato que no tiene nada que ver con la historia, pero que quizás es lo más atrayente y excitante de todo el libro: Memoria. Este relato vendría a ser un preludio, un aperitivo de la que fuera la próxima novela de Stephen King, Duma Key (ahora mismo, hace tres años que se publicó Duma, y ya King cuenta con cinco nuevos libros en su currículum desde entonces…en noviembre llega el número seis, por cierto, 11/22/63), una buena (y larga) novela de la que hablaré otro día.
En resumen, creo que Blaze, aunque baja un poco las expectativas iniciales que los fans teníamos sobre el libro, no defrauda tanto. Está hecha para entretener, para pasar el rato. Y también se trata de una ganga, pues viene con un relato-aperitivo, por menos de diez euros. En esta novela volvemos a ver juntos a Bachman y a King, esta vez mezclados: la historia e imaginación de Bachman con el estilo y el talento de King. Eso es. Aquí nos encontramos a un Bachman y un King mejores que antes, más maduros.
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